Ahorra costos con tecnología serverless en tu empresa

Cuando pensabas que ya lo sabías todo sobre el cloud computing, aparece la nueva tecnología de Amazon Web Services (AWS) que facilita la vida a los desarrolladores y permite ahorrar costos de infraestructura.

El concepto se conoce como serverless, pero ¿de qué se trata? ¿No hace falta usar o mantener un servidor? Sigue leyendo y averigua en qué consiste.

¿Qué es AWS serverless y qué tiene que ver con la computación en la nube?

Si eres del grupo que aún no está muy enterado de qué va el cloud computing, no pasa nada, aquí tienes un breve resumen.

Básicamente, consiste en “alquilar” servicios de computación (servidores, almacenamiento, bases de datos, software, analíticas, entre otros) a través de Internet. La principal ventaja es que solo debes pagar por lo que consumes. De esta forma, evitas invertir en equipos, mantenimiento y personal.

Simplemente, contratas a un proveedor de servicios en la nube y problema resuelto.

Ahora bien, normalmente tienes la posibilidad de contratar servicios IaaS (infraestructura como servicio), PaaS (plataforma como servicio) y SaaS (software como servicio) dependiendo de tus necesidades. La novedad es que, con las aplicaciones serverless, también tienes la oportunidad de contratar servicios FaaS (funciones como servicio).

AWS serverless se trata de eso, de ejecutar una función desde la nube y bajo demanda. Un ejemplo de esta tecnología son los bots que saltan cuando ingresas a un sitio web por primera vez, y que te dan la bienvenida.

Por lo tanto, la tecnología serverless es ideal para aplicaciones simples que no requieren de todo un ecosistema virtual o físico, sino que consisten en ejecutar un código (como el bot de bienvenida). Por supuesto, las posibilidades son infinitas y puedes sacarle provecho a esta opción de distintas maneras.

Ahorra costos con las aplicaciones serverless

Uso preciso de los recursos demandados

A diferencia de otros servicios en la nube, AWS serverless entrega de forma exacta la cantidad de recursos que solicita una aplicación.

Por ejemplo, con el cloud computing tradicional contratarías 4 u 8 GB de memoria RAM de forma constante para cubrir tanto altas como bajas demandas de servicio. En cambio, la tecnología serverless solo utiliza la cantidad de memoria que la aplicación demanda en un momento determinado, ya sean 2,5 o 4,8 GB de RAM.

Paga solo por lo que usas

Como seguramente ya has leído en repetidas ocasiones, la computación en la nube tradicional hace énfasis en que “solo pagas por lo que usas”. Sin embargo, si solicitas 8 GB de RAM, tienes que cubrir el costo, aunque nunca exista demanda sobre el recurso.

Con el serverless no es así. En este caso, pagas literalmente por lo que la aplicación demande. Si la aplicación demanda 7 GB de RAM en un momento determinado, eso es exactamente lo que tendrás que cancelar. A esto se le llama elasticidad: los recursos se adaptan a los niveles demandados.

Así que, durante los meses de poco tráfico en tu web, los costos serán más bajos que durante los meses de mayor tráfico. Además, de forma general, también ahorrarás costos como lo harías con cualquier cloud computing, pues no necesitas invertir en toda una infraestructura TI para poder poner en marcha una aplicación (sobre todo si se trata de una aplicación sencilla que no demandará muchos recursos).

Codster es un partner certificado de Amazon Web Services que pone a tu disposición el portafolio de soluciones en la nube que necesitas.

Alejandra Correa

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